Criterios de paisaje para el mundo local

Paisajes periféricos

La mayoría de paisajes periféricos son el resultado de una caótica mezcla de elementos, estructuras, usos y funciones, como los entramados de autovías y autopistas (a menudo acompañadas de gasolineras, áreas de servicio y centros comerciales y / o de ocio) , carreteras secundarias y líneas de ferrocarril, construcciones dedicadas a la extracción de recursos, zonas agrícolas, espacios naturales, masas forestales, cursos fluviales, estaciones y redes energéticas, masías y otras formas de vivienda aislados, barrios residenciales altamente densificados, urbanizaciones dispersas, pequeñas y grandes industrias localizadas cerca de las principales vías de comunicación, entre otros.

Algunos de estos paisajes todavía mantienen trazas propias del lugar y de las funciones naturales, culturales y sociales preexistentes (como ríos, torrentes, huertas, cultivos históricos, colonias industriales, puentes o canales de riego). A menudo constituyen valiosos conectores ecológicos, espacios productivos fértiles, conjuntos armónicos y equilibrados, fachadas fluviales o agrícolas, fondos escénicos, contrastes sugerentes, o espacios de disfrute o encuentro, aunque a menudo son poco conocidos o se encuentran en riesgo de desaparecer. En otros casos, las periferias aparecen arrinconadas, deterioradas, desatendidas y banalizadas, y es precisamente por este estado de abandono que pueden convertirse en escenarios óptimos para poner en práctica proyectos de intervención imaginativos y creativos desde las ópticas económica, social y ambiental, con la mirada integrada y el enfoque sinérgico que requieren estos paisajes.

Es importante ver las franjas, también, como espacios de oportunidad: económica (empezando por la agricultura), de ocio, de consumo cultural, de transporte o de producción energética, entre tantas otras; espacios que aportan valor tanto en las ciudades como en los entornos rurales. En el contexto actual de economía globalizada, caracterizada por una competencia creciente entre territorios, la calidad del paisaje y su especificidad son dos factores de atracción cada vez más relevantes, sobre todo para empresas de los sectores más avanzados (tecnologías, información, innovación, etc.), pero también para las del ocio o la cultura. La calidad del paisaje, por lo tanto, actúa aquí como un factor de competitividad y de desarrollo sostenible.

Por todo ello, es de capital importancia mejorar la calidad de los espacios periféricos, y hacerlo de la mano de la población local; y ello dependerá, muy especialmente, de la gestión que se haga a nivel local y del papel que jueguen los entes y actores que actúan en él. Cabe imaginar conceptos e instrumentos mucho más flexibles y ágiles que los habituales para diseñar periferias más personalizadas, donde prevalezca el efimeralidad y la reversibilidad.

Es por este motivo que los catálogos de paisaje de Cataluña han definido herramientas y medidas que pueden servir de base a la hora de perseguir los siguientes objetivos en relación con los paisajes periféricos:

  • Ordenar e integrar paisajísticamente las extensiones urbanas, las actividades y las infraestructuras en las áreas periféricas
  • Recuperar y potenciar las funciones de conectividad de los paisajes periféricos con el objetivo de mejorar la transición entre los espacios abiertos y los centros urbanos
Ordenar e integrar paisajísticamente las extensiones urbanas, las actividades y las infraestructuras en las áreas periféricas

Algunas herramientas y medidas que se pueden aplicar a los municipios son:

  • Apostar por una compacidad que respete la relación clara entre la ciudad y el entorno rural, que garantice que los desarrollos urbanísticos tengan continuidad con las tramas urbanas existentes y respeten las trazas históricas en el territorio, sin permitir la pérdida de más suelo fértil.
  • Limitar al máximo el impacto de las zonas urbanas de nueva construcción sobre zonas de especial valor escénico o estético, evitando ubicarlas en zonas que fragmenten el paisaje y / o modifiquen figuras, perfiles, escenarios urbanos tradicionales y la estructura paisajística de los núcleos (skyline).
  • Incorporar elementos naturales en su estructura urbana.
  • Reubicar progresivamente las industrias aisladas en polígonos industriales para evitar la dispersión de las construcciones.
  • Priorizar la localización de nuevos proyectos en sectores de crecimiento contiguos y superficies urbanizadas o ya construidas para optimizar las infraestructuras y servicios preexistentes.
  • Reducir al máximo la exposición visual, la ocupación del suelo y la fragmentación del paisaje producida por las áreas de actividad económica y de servicios.
  • Elaborar planes de ordenación paisajística de las actividades comerciales asociadas a los ejes viarios de las entradas a los núcleos con incidencia visual (edificios, exposiciones al aire libre, instalaciones adyacentes) que incida también sobre el cromatismo y la rotulación.
  • Mejorar la calidad paisajística de los espacios marginales mediante estrategias y proyectos que, o bien restituyan los valores paisajísticos originales del área afectada, o bien la doten de nuevos usos y significados.
  • Fomentar el desmantelamiento y la retirada de las construcciones e instalaciones que queden en desuso.
  • Priorizar como zonas de implantación de parques fotovoltaicos espacios degradados por actividades (como zonas extractivas), espacios residuales (como isletas, rotondas o espacios entre carreteras) o afectados por infraestructuras (corredores a lo largo de carreteras o líneas eléctricas).
  • Elaborar orientaciones de mejora paisajística para urbanizaciones, polígonos industriales y terciarios, y espacios marginales o en desuso (canteras, vertederos, fábricas e industrias aisladas...) de alcance supramunicipal, que cada municipio debería incorporar en sus respectivos POUM.
  • Evitar que se pierdan más áreas de elevada calidad paisajística alrededor de los aeropuertos, y buscar la capacidad que tiene la misma infraestructura para generar un paisaje de calidad. Es importante además tener en cuenta que a menudo ejercen de puerta de entrada al país y, por tanto, es la primera imagen que se llevan los visitantes.
  • Identificar, documentar y cartografiar los lazos de la periferia con el pasado, como vía para mantener la identidad de los paisajes de la periferia (conocimiento de los yacimientos, los monumentos históricos, las masías, los caminos, las cañadas, las acequias, los canales o los riegos, los molinos, las fraguas, la red de drenaje natural o parcelas y las relaciones que existieron entre sí y con otros elementos del paisaje a lo largo de la historia), y como vía para dar pautas para al planeamiento urbanístico, territorial, patrimonial y sectorial.
Recuperar y potenciar las funciones de conectividad de los paisajes periféricos con el objetivo de mejorar la transición entre los espacios abiertos y los centros urbanos

Algunas herramientas y medidas que se pueden aplicar a los municipios son:

  • Reforzar los cinturones verdes, que también significa restaurar las zonas deterioradas, mejorar las condiciones de acceso para el disfrute de estos lugares o promover la custodia del territorio.
  • Garantizar una red de espacios agrícolas de la máxima extensión y con la mínima fragmentación posible, que refuerce el rol de bisagra entre el mundo rural propiamente dicho y el mundo urbano y dé respuesta a unos consumidores cada vez más preocupados por la calidad y la seguridad alimentarias.
  • Recuperar y potenciar las huertas periurbanas porque contribuyen a una reconstrucción colectiva de la pertenencia a un lugar, y contribuyen a una reactivación social, productiva y cultural muy relevante.
  • Crear áreas de mejora paisajística (instalaciones deportivas, parques, etc.) que garanticen una transición clara y armónica entre los centros urbanos y los espacios abiertos.
  • Promover redes de caminos e itinerarios de uso público que relacionen los centros urbanos y los espacios abiertos y permitan el uso social y el disfrute de los mismos.
  • Preservar, en la medida de lo posible, la continuidad y el valor patrimonial asociado a los caminos rurales, las carreteras, los senderos, los caminos ganaderos y otras vías históricas de comunicación afectadas por nuevas infraestructuras de movilidad.
  • Identificar y señalizar los itinerarios de interés paisajístico urbano, en especial los que tengan una continuidad fuera de los núcleos urbanos y los que formen parte de rutas históricas y/o naturales.