El nuevo intento por revalorizar el patrimonio local llega en tren

El anhelo de Villanueva del Río y Minas de poner en valor su interesante y singular patrimonio histórico -las ruinas de Munigua y el conjunto minero en el entorno del pozo número 5- podría estar más cerca de materializarse, con la creación de un centro de recepción de visitantes y de interpretación en la misma estación de tren de Arenillas, en la línea de Mérida, para alentar las visitas al municipio a través de este transporte público.

La iniciativa ha recibido un importante empujón después de que, el 24 de noviembre, el alcalde, Francisco Barrera, fimara en Madrid un contrato con el presidente de Adif, Antonio González. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias arrenderá una parcela de más de 6.600 metros cuadrados contigüa a la estación, en la que se levantará un edificio de recepción de visitantes y sendas aulas de patrimonio y arqueología que harán de centro de interpretación de las ruinas, antes de que los visitantes partan en un recorrido guiado hacia el asentamiento minero romano. El contrato, según Adif, es por 20 años y el Ayuntamiento se ha comprometido a cambio a acondicionar el andén, recreciéndolo, y a dotar a la estación de un nuevo alumbrado y un cerramiento.

Pese a la importante inversión necesaria, que se ha presupuestado en casi 400.000 euros en unas condiciones económicas muy adversas para el Consistorio, el alcalde asegura que el proyecto se debe llevar a cabo antes de un año. Será posible, afirma, porque en el mismo se han implicado la asociación Gran Vega y la Delegación Provincial de Turismo de la Junta que dirige Francisco Díaz Morilla, que ya habrían respaldado la iniciativa.

En el proyecto elaborado por el Grupo Lógica de gestión intengral del patrimonio cultural y natural, que podría hacerse cargo también del futuro centro de interpretación, se hace hincapié en la importancia del acuerdo con Adif y Renfe Cercanías, "como imagen de marca y calidad" para la iniciativa. También en las posibilidades que ofrecen las ruinas de la ciudad de Mulva como producto turístico, por "el atractivo que posee la visita a una ciudad romana perdida en Sierra Morena y la gran accesibilidad por ferrocarril", entre otras cosas, como la riqueza también ambiental y paisajística. De hecho, este enclave, de cuya excavación arqueológica se encarga desde los años 50 el Instituto Arqueológico Alemán, es considerado de tanto interés como el de Itálica, aunque su ubicación más apartada y en plena Sierra Norte hace que sea mucho más inaccesible y desconocido, aunque cuenta con edificios en excelente grado de conservación, como la muralla, el santuario de las terrazas o el templo.

El centro de interpretación en la estación de las Arenillas forma parte de un plan director de turismo elaborado por el Consistorio con la participación de la Universidad de Sevilla -a través de las facultades de Historia y Arquitectura-; la Junta -a través del arqueólogo provincial-; el director de las excavaciones de Munigua del Instituto Arqueológico Alemán; y la Diputación, a través del arquitecto que se está dirigiendo la rehabilitación de otro de los puntos de interés del patrimonio histórico de Villanueva del Río y Minas: las construcciones mineras del siglo XIX y, más concretamente, del pozo número 5.

Esta última actuación incluye también la creación de un museo y un centro de interpretación, al que se trasladarán los visitantes desde la estación de Arenillas en autobús, acercándolos ya al casco urbano de Villanueva. La zona cuenta con una galería visitable, que se pretende abrir al público y para lo que se está tramitando el permiso ante la Dirección General de Minas. Según el alcalde, la idea de los expertos en gestión cultural que han diseñado el esquema de las visitas es difundir y alentar el interés del público explicando que ambos asentamientos tuvieron un origen y un devenir paralelo con 24 siglos de diferencia: una explotación minera, de materiales que en su momento cayeron en decadencia (el cobre y el hierro en el caso romano, el carbón en el siglo XIX), que estaban en manos de extranjeros, provenientes de otras colonias romanas o capital francés, que emplearon incluso esclavos y que llevó a que las sociedades y la economía que generaron cayeran en decadencia con su cierre.