Dossier
Jardins
Espanya
|
Crònica
|
Jardins i espais públics
|

El jardín Secreto del Agua: Interpretando la tradición

20/08/2006
|
El Correo

Tradicionalmente el diseño de muchos jardines se ha inspirado en los paisajes agrarios. Los sistemas agrícolas introducían una lógica de organización del paisaje que tenía su reflejo en los jardines de sus villas. Las retículas de los campos de naranjos y olivos propios del mundo mediterráneo dieron lugar a las características cuadrículas de macetas de terracota con naranjos y limoneros en jardines como la Villa de Castello, en las afueras de Florencia, que pronto se extendieron por toda Europa .

El jardín cerrado, por otra parte, se ha prodigado a lo largo de la historia. Es el caso de los Jardines Secretos de la época Renacentista y Manierista. Eran rigurosos en su trazado y conformados por especies perennes inmutables en el tiempo, características de una perfección en la que no cabía la variabilidad de las estaciones. Se completaban necesariamente con jardines más íntimos, cerrados a la vista general del jardín mayor y donde cultivaban todas las flores que el propietario deseaba.

Al conjunto del jardín mayor, ordenado y geométrico, le solía acompañar el bosque de apariencia natural, más parecido al jardín inglés que más tarde se desarrollaría. En esta órbita, los 'Walled Gardens' (jardines rodeados de muros) servían en sus orígenes de huerto. Verduras y frutales crecían mejor al abrigo de los muros que los protegían de los vientos fríos.

Con el tiempo, a partir de finales del XIX, se convierten en el lugar ideal para las colecciones de flores, la introducción de especies exóticas y la experimentación. Estos jardines acompañaron a los parques ingleses que se construyeron en los diferentes siglos, también en los periodos más conocidos del siglo XVIII y en los que se inspiró la zona más nueva de La Florida, en torno a las 'montañitas'.

Nuestro parque más antiguo asume en el siglo XIX todas estas tradiciones. Esquemáticamente consta de dos zonas, una de ellas inspirada en la jardinería clásica francesa (heredera de Italia) con una disposición estrictamente geométrica, y otra más natural, inspirada en la tradición paisajística inglesa.

El nuevo Jardín Secreto del Agua, como jardín cerrado, se ubica en una zona tradicional de huertos, primero de los conventos a los que pertenecía y más tarde de los viveros de La Florida. Su lenguaje, una retícula de macetas, puede recordar a la Villa de Castello o a los recipientes de madera del jardín francés. La estructura, similar a la que podría adoptar una huerta, dispone de un camino principal y varios secundarios perpendiculares en espina de pez. Al igual que los 'Walled Gardens' aloja colecciones de plantas y flores variadas.

MENOR CONSUMO

El jardín se ha elegido para divulgar otras formas de los jardines que impliquen menor consumo de agua.

En esto tenemos mucho que aprender igualmente de la tradición. El pavimento que lo cubre en gran parte es el canto rodado de La Florida. La superficie de césped se ha minimizado, convirtiéndose en unas bandas de paseo casi testimoniales.

Las hierbas y su utilización son de gran interés para los paisajistas de nuestros días. Rodean al jardín unas plantaciones de hierbas altas, bambúes en los extremos y miscantos en el resto. Los inviernos de estos últimos, con sus colores pajizos, son sumamente atractivos.

El cierre metálico del Jardín Secreto del Agua recuerda a las espadañas de otros lugares donde el agua no se esconde. Porque aquí el agua viene a escondidas, gota a gota. Al final del paseo central, una escultura blanca de Aurelio Arteta, la 'Musa de la Música', atrae la atención hacia el escenario de Musiketxea, acompañando a posibles intérpretes. Es otro de esos recursos tan utilizados en los jardines históricos que no se ha desdeñado.

Otro cierre, en este caso construido con los mismos listones de madera de jardineras y bordillos, garantiza la tranquilidad en la Casa de la Música. La referencia interpretada en este caso la encontramos en el Cementerio de Weiach de Suiza, de Kuhn Truninger, que a su vez recoge la tradición de otros cierres tradicionales en madera.

Nuestro Jardín Secreto del Agua quiere integrarse en toda una tradición a la que La Florida se sumó desde su comienzo, intentando responder con su configuración y lenguaje a programas de nuestro tiempo.